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Está alerta cuando un buen hábito se convierta en una obsesión por lograr un objetivo.
Escrito para Fitness por Ximena Olivia Icelo Cabello
En la actualidad debido a la presión social de poseer un cuerpo “perfecto“ es más frecuente desencadenar trastornos alimenticios, obsesivos y dismórficos.
Este es el caso de un trastorno relativamente nuevo a comparación de la anorexia y bulimia que se está dando con mayor frecuencia en estos últimos años, a este trastorno se le conoce como Vigorexia, Anorexia Nerviosa Inversa, Dismorfia Muscular, Complejo de “Adonis“, entre otros términos.
El término más utilizado para este trastorno es Vigorexia, por lo que se mencionará de esta manera en el artículo.
Este trastorno se refiere a una obsesión por el ejercicio siendo su objetivo obtener más masa muscular que la que se posee. Además, la cantidad de tiempo que se le invierte al ejercicio (pensar o hacerlo) comienza por alterar los aspectos familiares, sociales, laborales y de pareja de la persona que presenta este trastorno.
Las personas con Vigorexia se observan como personas débiles y delgadas de lo que son en realidad.
El trastorno que acompaña a la Vigorexia es el obsesivo compulsivo, siendo una característica de la Vigorexia que los sujetos muestren pensamientos recurrentes sobre su imagen, poca musculatura y sobre qué hacer para mejorarla, dando como resultado un acto “compulsivo“ de realizar ejercicio de una forma excesiva, para así modificar el “defecto“ del cuerpo. Además, la adicción al ejercicio se acompaña de una ingesta exagerada de proteínas, carbohidratos y el consumo abusivo de sustancias como esteroides y/o anabólicos, con el fin de aumentar la masa muscular.
El tratamiento para la Vigorexia consiste en una atención psicológica a largo plazo para atender la parte emocional afectada. Los tipos de terapia que se sugieren para este problema serían la terapia cognitivo conductual, sistémica y/o humanista. Por otra parte, cuando este trastorno ya está en una etapa más avanzada se requiere de medicamentos prescritos por un especialista, en este caso por un neurólogo o psiquiatra.
Los medicamentos que se llegan a utilizar son para controlar el trastorno obsesivo compulsivo, depresión si es que esta se llega a presentar.
Lo más importante en este proceso de recuperación son las redes de apoyo como es la familia y amigos cercanos a la persona que llegue a padecer Vigorexia, pues el sentirse apoyado por los seres que lo quieren, le será menos pesado el camino de la recuperación y se sentirá motivado para salir adelante.
Es importante mencionar que el desear un cuerpo atractivo no es malo, pero cuando esta idea de poseer un cuerpo atractivo se empieza a convertir en una obsesión es señal de que algo no está bien, pues comienza a interferir con las relaciones interpersonales y el bienestar emocional de la persona, por lo que si se comienza a realizar ejercicio en exceso se sugiere pedir ayuda con la persona que se tenga confianza o bien acudir con un especialista que lo oriente en esta obsesión, también se recomienda reducir paulatinamente las horas empleadas al ejercicio sustituyéndolas con otras actividades como ir a un café, cine, leer un libro etc.
Una manera de prevenir este trastorno es compartir los ratos de ocio en compañía de las personas que se aprecian.
Es importante estar alerta de un ser querido cuando comience a presentar signos que indiquen Vigorexia como es el hecho de que se aíslan socialmente, dedican más horas de lo normal al hacer ejercicio, modifican su alimentación, dicen verse escuálidos por lo que mencionan que deben de entrenar más fuerte y duro. Estas son las señales más comunes que pueden ayudar para detectar cuando un ser querido presente Vigorexia.
Se deja en claro que el ejercicio no es malo, al contrario, es bueno para obtener una mejor calidad de vida, pero aun que se considere al ejercicio como un hábito saludable, en exceso es malo y puede poner en riesgo la salud e incluso llevar a la muerte.
La correcta información como podría ser de un nutriólogo es la mejor opción para que proporcione la mejor información y opción de acuerdo con las necesidades de cada persona y así disfrute los beneficios del ejercicio y de una buena alimentación.
Por otra parte si lo que se busca es llenar el vacío emocional que se tiene, lo mejor es que se acuda con un psicólogo para así resolver este hueco que hay, pues la obsesión por el ejercicio para tener un cuerpo atractivo y sentirse socialmente aceptado y por ende aceptado por uno mismo no será la solución.