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Es importante que la realice un médico especialista.
Escrito para Fitness por Ana Cecilia Becerril
Un tratamiento muy poco conocido es la hidrolipoclasia, la cual consiste en la aplicación de grandes volúmenes de medicación en zonas de adiposidad localizada y/o celulitis, luego se aplica ultrasonido durante 15 minutos aprovechando la acción de cavitación que posee el mismo, la conjunción del ultrasonido y los medicamentos previamente inyectados, producen la ruptura de las células grasas y su eliminación mediante la circulación sanguínea y linfática.
Es posible utilizar el ultrasonido en tratamientos faciales, para estos casos existen cabezales especiales que permiten una mayor penetración de los productos utilizados, asimismo genera un micromasaje subcutáneo, lo que favorece para mejorar la flaccidez muscular y cutánea.
En el caso de várices o piernas varicosas crónicas es un buen complemento del tratamiento a realizar (mesoterapia, escleroterapia, etc). Por lo general, en estos casos existen edemas e induraciones, la aplicación de ultrasonido favorece e incrementa el drenaje de los vasos linfáticos generando una disminución del líquido retenido en las piernas.
La hidrolipoclasia o lipoaspiración, elimina "rollitos" sin quirófano, sin anestesia y sin riesgos. Científicamente comprobado en todo el mundo.
En griego, hidro quiere decir agua; lipo es grasa y clasia significa "romper" o "estallar". Es decir, a través del agua, el ultrasonido logra producir un "estallido" de las células grasas. Una vez "rotas" el cuerpo las elimina naturalmente.
La hidrolipoclasia ultrasónica se basa en un principio físico que es la capacidad que tiene el ultrasonido de difundir en agua. Al infiltrar "los rollitos" con agua o solución fisiológica estéril, el ultrasonido produce algo que se llama "cavitación", que viene a ser algo así como un "estallido" de la grasa. Esta grasa que acaba de "estallar" entra en el corriente linfático o sanguíneo y se elimina con la orina.
El éxito de la hidrolipoclasia ultrasónica en tratamientos para eliminar rollitos radica en el ultrasonido, que, entre otras cosas, produce termogénesis, genera calor y quema grasas. También rompe la fibrosis, un componente importante de la piel de naranja.
Todas las células grasas tienen "receptores", pero hay dos que se distinguen: los Alfa-2 y los Beta. Los hombres producen más receptores Beta que Alfa, mientras que las mujeres producen más receptores Alfa que Beta.
La principal diferencia es que los receptores Alfa movilizan la grasa, mientras que los Beta no. Las mujeres tienen el 80% de los receptores Alfa localizados en la zona de las caderas, los muslos, glúteos y las chaparreras. Allí los hombres tienen receptores Beta, por lo tanto no movilizan grasa hacia estas zonas. Esta es la razón por la cual las mujeres se ensanchan más de las caderas y chaparreras y los hombres no.
La manera adecuada de llevar a cabo una hidrolipoclasia ultrasónica es marcar la zona a tratar, en un área de no más de 10 x 10 cm, con un marcador para la piel y desinfectada con un algodón embebido en alcohol. Luego se infiltra con una combinación de medicamentos que son específicos para uso en mesoterapia entre ellos; reductores específicos, como el silicio orgánico o el extracto de alcachofa, cafeína y derivados y también el Triac para quienes no son alérgicos al yodo. Esta parte del tratamiento puede durar entre 7 y 15 minutos. Hasta aquí se parece mucho a una sesión de mesoterapia común y corriente, sólo que la medicación es diferente.
Posteriormente, el médico procede a infiltrar el área una vez más, pero esta vez con solución fisiológica que puede contener bicarbonato u otro componente de Ph bajo.
En el abdomen, por ejemplo, se aplica en dos sectores, uno a cada lado del ombligo y la aplicación no dura más de tres minutos.
En las chaparreras se aplica de una sola vez y lo mismo pasa en la cara interna de las rodillas o en las caderas. También se puede aplicar en zonas menos tradicionales, como la "nuca de bisonte" o la parte superior de los tobillos, o en los brazos.
Finalmente, lo que sigue es la aplicación del ultrasonido. Sin embargo, es la parte más importante ya que es la que "rompe" las células grasas.
Una vez terminada la aplicación del ultrasonido, queda el área tratada un poco inflamada por el liquido pero éste será eliminado naturalmente en unas 48 horas por la orina.
Las sesiones se realizan una vez por semana o cada diez días. Los resultados son inmediatos pero variables de persona a persona. Algunas mujeres notan una reducción de hasta dos tallas en dos o tres sesiones solamente, pero algunas tardan un poco más.
Los efectos colaterales o secundarios a una hidrolipoclasia son locales, ya que puede haber presencia de hematomas o moretones por el líquido infiltrado, los cuales tienden a desaparecer en 8 a 10 días sin ninguna otra molestia. Así mismo habrá más producción de orina y se deberá recomendar tomar más agua para facilitar la eliminación de las toxinas que se disolvieron de la grasa.
ES ABSOLUTAMENTE INDISPENSABLE QUE SEA REALIZADO EN CONSULTORIO Y CON UN MEDICO BIEN CAPACITADO EN LA TÉCNICA DE APLICACIÓN PARA EVITAR ERRORES Y EFECTOS INDESEABLES.
Cuando una mujer recurre a un experto y es aconsejada ir directo al quirófano, algo anda mal.
Hoy en día se conoce una amplia gama de técnicas para solucionar el problema de una mujer con sobrepeso, celulitis o "rollitos" sin necesidad de recurrir al bisturí. La hidrolipoclasia ultrasónica no es milagrosa, pero da resultados, es efectiva, no requiere anestesia, no es invasiva y no hay riesgos.
De 6-10 sesiones debería ser suficiente para terminar el tratamiento. El efecto es duradero. Y de cualquier forma, se puede hacer un mantenimiento mensual con técnicas alternativas.