Ligera, energética, saludable y de buen humor, son algunos beneficios que te brinda el ejercicio.


 Antonia García Gómez

Si eras una excelente deportista ¿por qué no regresar al buen camino?, y si no lo fuiste ni lo eres, ¡es tiempo de comenzar y fomentar este hábito en los hijos y, lo más importante: sentirte llena de energía, ligera y con muchas ganas para comenzar cada día la ardua tarea del hogar.

No te repitas las trilladas frases: “ya para qué”, “ya voy se salida”, “estoy vieja”, “eso es sólo para las jovencitas”, “qué ridícula me voy a ver”, “estoy gordísima, qué vergüenza”, “ya no podré obtener flexibilidad, condición, ni buena forma”, en fin tantas y tantas frases que te puedes estar repitiendo para no tomar la rienda del asunto y hacerte responsable de tener una rutina diaria de ejercicio. ¡No se vale que tu sola te pongas baches en el camino!

Los beneficios que obtienes al ejercitarte son múltiples y el esfuerzo es mínimo, una hora diaria de tu vida, para darle a tu cuerpo salud y bienestar por largo tiempo.

Cómo empezar

Por lo más fácil, camina tres veces a la semana para obtener condición cardiovascular. Una segunda opción aeróbica es asistir a clases a un gimnasio. También puedes iniciar con ejercicio anaeróbico en circuitos, esto te ayudará a ir obteniendo condición y estar en forma.  En unas tres semanas, si eres constante sentirás los resultados y menciono sentirás porque te darás cuenta que ya puedes subir las escaleras sin que sofoques, te sentirás más ligera y además habrás bajado por lo menos de uno a 1 1/2 kilos de grasa aproximadamente.

Para lograr la quema de grasa, te recomiendo más el ejercicio aeróbico, en este caso caminar y mantener una intensidad. También te recomiendo que a tu comida le pongas menos grasa e incrementes la ingesta de frutas, verduras y agua natural. No dejes solamente al ejercicio la tarea de quemar grasa, ayúdate cambiando poco a poco la manera de comer y verás que te sentirás y verás mejor.

El ejercicio además de ayudarte a ponerte en forma tiene un efecto favorable en el aspecto psicológico ya que si te sientes y ves bien tu actitud hacia ti y tus seres queridos mejorará. Vale la pena hacer este mínimo esfuerzo, te lo aseguro.

Recomendaciones:

  • Hazte un examen médico para saber qué tipo de ejercicio puedes practicar, es muy importante que lo realices antes de iniciar cualquier rutina.
  • Siempre debes de comenzar con un calentamiento y debes de terminar con estiramientos.
  • En el caso del ejercicio aeróbico mantén la intensidad donde no te falta el aire.
  • Toma agua antes, durante y después de tu ejercicio.
  • Inhala y exhala, no contengas la respiración ya que te puede dar el famoso dolor de caballo y en el peor de los casos puedes marearte y caer al obstruir la glotis (abertura entre las cuerdas vocales, entrada a la laringe)
  • En el caso del ejercicio anaeróbico con pesas, exhala cuando estés haciendo la contracción concéntrica  e inhala cuando vayas regresando al punto de inicio (ejemplo: en el caso del bíceps si haces una flexión de codo estarás trabajando el bíceps, entonces cuando estés sintiendo el trabajo en el músculo mencionado exhalas y cuando vayas extendiendo el codo vas inhalando). Pregúntale a tu instructor de pesas cuando te ponga un ejercicio, qué estás trabajando, cómo se llama el aparato o implemento que estás usando y cuál es la fase concéntrica del mismo, para que inhales y exhales correctamente. Es importante saber esto ya que ayudarás a que tu músculo se oxigene y sobre todo aprenderás la forma correcta de trabajarlo.
  • También es muy importante contar con un buen calzado para evitar lesiones
  • Usa ropa deportiva que te permita transpirar para evitar golpe de calor y mayor higiene.

¡Anímate mamá, nunca es tarde para comenzar o continuar!

Recuerda, cuida tu cuerpo que es tu casa…

Scroll to top