Tu salud sexual, uno de los beneficios fisiológicos del ejercicio aeróbico.

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 Por Antonia García Gómez

Una mejor vida sexual es un aspecto más que debes agregar a la lista de los beneficios fisiológicos y psicológicos que te brinda el practicar un ejercicio aeróbico.

Se ha comprobado que al  ejercitar grandes masas musculares, como es en el caso del ejercicio aeróbico, se incrementan las concentraciones de endorfinas (neuropéptido del sistema nervioso central), que son los analgésicos naturales del cuerpo y responsables de sentir placer.

Estas secreciones llamadas hormonas (hormone = que se mueve) forman parte del sistema endocrino. Existen tres clases principales de hormonas: aminas, proteínas y péptidos y esteroides.

Estas secreciones pasan a los capilares que es un vaso sanguíneo microscópico localizado entre las arteriolas y vénulas, en el que tiene lugar el intercambio de materiales entre la sangre y las células de los tejidos.

Si uno de los beneficios fisiológicos del ejercicio aeróbico es que mejora tu sistema cardiovascular, pues ahí tienes la respuesta del por qué influye en tu vida sexual. 

Súmale, que te ayuda a eliminar el estrés, y el estado de ánimo depresivo que son unas de las causas que te tienen en el desgano sexual.

Claro está que no deberás ejercitarte horas y horas, ya que todo en exceso hace daño, y a la hora de la hora tendrás más ganas de dormir.

Recuerda que para obtener resultados fisiológicos practicando el ejercicio aeróbico, mínimo debes ejercitarte, tres veces por semana de 30 a 45 minutos de la fase aeróbica y deberás sumarle de 8 a 10 minutos de calentamiento y 5 minutos de estiramientos.

Si comienzas a ejercitarte, empieza con 10 a 15 minutos de caminata a un paso, previendo que no te falte el suministro de oxígeno, ya que si esto sucede estarás aumentando tu frecuencia cardiaca y por consecuencia la intensidad y pasarás de un ejercicio aeróbico a un anaeróbico.

La intensidad a la que deberás ejercitarte dependerá de tu acondicionamiento físico. Es importante y necesario que conozcas tu ritmo cardiaco de entrenamiento para que vayas midiendo tus avances en esta actividad y aprendas a tomarte el pulso y saber a qué intensidad trabajas día a día.

Algunas sugerencias para que te pongas en movimiento: 

• Básquetbol (no de competencia)
• Bicicleta
• Caminar
• Danza aeróbica
• Natación
• Tenis
• Trotar

Mejora tu vida, ¡ejercitándote!

No olvides, cuida tu cuerpo, que es tu casa…

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